“Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”
La Ley de Correspondencia es una Ley Universal inmutable; es decir, que funciona SIEMPRE y no puede ser alterada ni cambiada de ninguna forma.
Nos dice que siempre hay una relación entre las Leyes Universales y los fenómenos que se manifiestan en la vida; es decir, que las mismas leyes que rigen el Universo rigen también el universo interior de cada uno de nosotros.
Es importante aplicar esta ley en nuestra vida diaria, porque no solamente “Como es arriba es abajo”, sino también que “Como es adentro es afuera”, y el mundo en el que vivimos es un reflejo de lo que llevamos dentro, de nuestros sentimientos y pensamientos. Así, todo lo que sucede alrededor de una persona refleja lo que le está ocurriendo por dentro.
Esta ley nos permite entender cómo y porqué a veces creamos situaciones negativas o desfavorables en nuestra vida, porqué atraemos a personas que nos mienten, nos engañan o no nos tratan con respeto. La comprensión de esta ley es la clave para encontrar soluciones a esos problemas.
Si queremos que el mundo cambie debemos empezar por cambiar nosotros mismos. Somos un espejo, cuando cambiamos nuestro interior se ve reflejado también en el exterior. Si se analizan las condiciones de vida que rodean a una persona, se puede saber qué es lo que tiene en su mente. Cuando una persona es desordenada con sus cosas está demostrando su desorden interno; y quienes son muy rígidos con el orden están reflejando una rigidez mental en sus ideas. Y así en todo, lo de adentro es como lo d
e afuera y viceversa.
De acuerdo con lo que llevamos por dentro atraemos a personas y situaciones. Esto significa que todo lo que nos ocurre, bueno o malo, está reflejando pautas de pensamiento guardadas en nuestra mente. Las personas que nos quieren y nos ayudan reflejan la parte más favorable de nuestra conciencia, mientras que aquellos que nos crean problemas, nos envidian o nos discuten están reflejando la parte más oscura de nuestra propia conciencia. Así, las personas más negativas solamente vienen a nuestra vida para “hacernos el favor” de recordarnos que tenemos ciertas pautas mentales que sanar.
Entendiendo esto aceptaremos la responsabilidad de nuestra propia vida y evitaremos encontrar un culpable externo a nuestros propios problemas. Esto no significa que nos debemos sentir culpables de lo que nos sucede, pero sí responsables, ser conscientes de que algunas pautas
de pensamiento erróneas nos están llevando a elegir mal. Una vez que cambiemos nuestros pensamientos cambiará nuestra vida.
La aplicación de esta ley también podemos observarla en el cuerpo y mente, pues como es nuestra mente (arriba) es nuestro cuerpo (abajo). La salud refleja nuestro mundo interior de pensamientos y emociones, de tal manera que si estamos constantemente deprimidos o de mal humor impactará de manera negativa en nuestra salud.
Presta atención a tu situación actual y sabrás cómo es tu estado interno